Andrés Roca Rey es uno de los grandes atractivos de la feria de Albacete, un serial del que el torero peruano guarda muy buenos recuerdos: “Así es, efectivamente, es una plaza en la que siempre se me ha tratado muy bien, su afición ha sido muy cariñosa conmigo. Recuerdo con mucho agrado mi actuación en aquella corrida especial que se organizó en la feria de 2017, para festejar el centenario de su plaza. Una corrida en la que tuve el honor de indultar a “Orgullito”, un gran toro de Garcigrande. Y luego corté otras dos orejas al segundo toro de mi lote, también de Garcigrande».
“Asimismo, recuerdo muy especialmente mi actuación en la feria de 2018, cuando me dieron el trofeo a la mejor faena por la que llevé a cabo a un toro de Daniel Ruiz en una corrida en la que salí a hombros junto al maestro Enrique Ponce. Desgraciadamente, no pude estar en la feria de 2019, debido a una lesión en la espalda, que me impidió torear las dos tardes que estaba anunciado y luego con la pandemia todo se deshizo. Por eso, esta feria significa el reencuentro con la afición de Albacete”.
Estar anunciado en esta feria es motivo de orgullo pero también responsabilidad: “Naturalmente, es una feria de las más importantes del calendario y una de las más destacadas del mes de septiembre. Pese a ser una plaza de segunda, su feria se podría decir que es de primera, por la extensión de la feria, por la calidad de los carteles, por la respuesta del público, por el toro que en ella se lidia… Es una feria en la que estuve anunciado dos veces antes de debutar en ella, una como novillero, pero que por distintos percances no pude hacerlo. Es una plaza importante y a todos los toreros nos gusta estar en esos sitios importantes. Es una plaza seria y en la que sale un toro que se ajusta a esa seriedad. Me gusta estar en esa plaza y poder emocionar al público que vaya a verme», concluye Roca Rey.